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Pausa intencionada

Pausa intencionada

La pausa es una de las técnicas utilizadas en el aprendizaje del lenguaje hablado para niños con una pérdida auditiva. Puede utilizarse inicialmente para alentar la respuesta a los sonidos, luego para desarrollar el lenguaje y más adelante para resolver problemas. Hacer una pausa implica esperar para ver si su hijo responde antes de instarlo a que lo haga o ejemplificar la respuesta esperada. Una vez que él esté utilizando sus dispositivos de audición durante todas las horas en que esté despierto, hacer una pausa puede darle las oportunidades adecuadas a su desarrollo para que demuestre lo que observa y entiende.

Pausa para obtener una respuesta a los sonidos

Un enfoque de lenguaje hablado comienza con el desarrollo de la conciencia del sonido y el fortalecimiento de las habilidades auditivas del niño. Luego, los padres pueden utilizar la pausa para alentar las respuestas auditivas de su hijo.

Si ustedes han señalado constantemente un sonido tal como un teléfono que suena, empiecen a esperar a después de que suene. ¿Puede oír su niño el sonido y luego localizar la fuente del sonido? Si él necesita ayuda después de 3-6 segundos, muéstrenle la fuente del sonido para que pueda relacionar el sonido con el objeto.

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Pausa para obtener lenguaje receptivo

(el lenguaje que su niño entiende)
Cuando un niño ya tiene mucha práctica escuchando sonidos y palabras, se le deben dar razones para responder al lenguaje hablado de una manera significativa. Pueden rodear a su pequeño con lenguaje narrándole actividades, conversando mientras juega, describiendo las rutinas diarias, leyendo, cantando y hablando constantemente.

Para permitir que su niño demuestre lo que oye y entiende, pueden decir algo sin gesticular, tal como “Tu mochila está abierta”. Esto proporciona sólo información auditiva. Esperen 3 o más segundos a fin de que su hijo tenga tiempo para procesar lo que le dijeron. Si él no mira su mochila, agreguen información visual señalando y diciendo: “Mira tu mochila. Está abierta”. Ya sea que responda sólo al estímulo auditivo o tanto al auditivo como el visual, después de que mire la mochila pueden ampliar lo que dijeron y hablar de lo que se pone en la mochila o lo que sucederá si él no la cierra.

Pausa para obtener lenguaje expresivo

(el lenguaje que su hijo utiliza)
Una vez que su niño posea las habilidades del lenguaje hablado receptivo, el objetivo es que utilice la voz. La técnica de la pausa puede utilizarse para enseñarle las primeras habilidades conversacionales y la toma de turnos.

Si su pequeño es un oyente relativamente “nuevo”, la pausa puede utilizarse para alentar la vocalización durante el juego. Cuando jueguen a la pelota, pueden decir : “Uno, dos, tres…¡YA!” antes de hacer rodar la pelota. Al principio, simplemente jueguen y dejen que su niño oiga sus voces una y otra vez. Luego, empiecen a hacer una pausa después de decir la palabra “tres”, antes de darle nuevamente la pelota. Esperen de 3 a 5 segundos para ver si su hijo vocaliza o digan “¡YA!” para indicar su deseo de devolver la pelota. Cuando hagan una pausa, él puede utilizar la oportunidad para gesticular, vocalizar o verbalizar.

Una vez que su niño esté diciendo las mismas palabras, pueden ofrecerle opciones sacando dos objetos y haciendo una pregunta. Primero, sin señalar, pregúntenle: “¿Quieres la bicicleta o el vagón?” y esperen. Si él señala lo que eligió o intenta nombrar un objeto, proporciónenle el lenguaje. “Bicicleta. Quieres pedalear la bicicleta”. El uso de la pausa puede utilizarse frecuentemente mientras aumenta el lenguaje hablado de su pequeño para alentarlo a utilizar más palabras. Pueden empezar una oración y luego hacer una pausa para que él agregue algunas de las palabras. Por ejemplo, pueden decir: “Tengo algunas…” y esperar a que diga: “galletas dulces”.

Pausa para resolver problemas

Las habilidades auditivas, del lenguaje y el habla mejoran con el tiempo. No es conveniente que frustren a su niño pero es necesario que le proporcionen oportunidades para demostrar sus habilidades espontáneas del lenguaje y de razonamiento. Pueden decir: “Podríamos preparar un budín para el almuerzo. ¿Qué necesitamos?” Esperen para ver si su hijo menciona algún utensilio o ingrediente. Si él menciona la leche o un tazón, aliéntenlo a que les diga cómo prepararlo. Si no contesta, proporcionen más información. “Voy a tomar la caja de budín. ¿Qué puedes tomar tú?” Respeten el ritmo de su niño y dejen que lidere.

La pausa puede utilizarse para diferentes niveles de audición, lenguaje y habla. Trabajen estrechamente con los prestadores de servicios de su niño para identificar cuándo será útil utilizar este método para obtener más respuestas de él. La pausa debe realizarse con un propósito y pacientemente. Además, hagan una pausa para deleitarse con todo el progreso que está logrando su pequeño.

Pausa intencionada

La pausa es una de las técnicas utilizadas en el aprendizaje del lenguaje hablado para niños con una pérdida auditiva. Puede utilizarse inicialmente para alentar la respuesta a los sonidos, luego para desarrollar el lenguaje y más adelante para resolver problemas. Hacer una pausa implica esperar para ver si su hijo responde antes de instarlo a que lo haga o ejemplificar la respuesta esperada. Una vez que él esté utilizando sus dispositivos de audición durante todas las horas en que esté despierto, hacer una pausa puede darle las oportunidades adecuadas a su desarrollo para que demuestre lo que observa y entiende.

Pausa para obtener una respuesta a los sonidos

Un enfoque de lenguaje hablado comienza con el desarrollo de la conciencia del sonido y el fortalecimiento de las habilidades auditivas del niño. Luego, los padres pueden utilizar la pausa para alentar las respuestas auditivas de su hijo.

Si ustedes han señalado constantemente un sonido tal como un teléfono que suena, empiecen a esperar a después de que suene. ¿Puede oír su niño el sonido y luego localizar la fuente del sonido? Si él necesita ayuda después de 3-6 segundos, muéstrenle la fuente del sonido para que pueda relacionar el sonido con el objeto.

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Pausa para obtener lenguaje receptivo

(el lenguaje que su niño entiende)
Cuando un niño ya tiene mucha práctica escuchando sonidos y palabras, se le deben dar razones para responder al lenguaje hablado de una manera significativa. Pueden rodear a su pequeño con lenguaje narrándole actividades, conversando mientras juega, describiendo las rutinas diarias, leyendo, cantando y hablando constantemente.

Para permitir que su niño demuestre lo que oye y entiende, pueden decir algo sin gesticular, tal como “Tu mochila está abierta”. Esto proporciona sólo información auditiva. Esperen 3 o más segundos a fin de que su hijo tenga tiempo para procesar lo que le dijeron. Si él no mira su mochila, agreguen información visual señalando y diciendo: “Mira tu mochila. Está abierta”. Ya sea que responda sólo al estímulo auditivo o tanto al auditivo como el visual, después de que mire la mochila pueden ampliar lo que dijeron y hablar de lo que se pone en la mochila o lo que sucederá si él no la cierra.

Pausa para obtener lenguaje expresivo

(el lenguaje que su hijo utiliza)
Una vez que su niño posea las habilidades del lenguaje hablado receptivo, el objetivo es que utilice la voz. La técnica de la pausa puede utilizarse para enseñarle las primeras habilidades conversacionales y la toma de turnos.

Si su pequeño es un oyente relativamente “nuevo”, la pausa puede utilizarse para alentar la vocalización durante el juego. Cuando jueguen a la pelota, pueden decir : “Uno, dos, tres…¡YA!” antes de hacer rodar la pelota. Al principio, simplemente jueguen y dejen que su niño oiga sus voces una y otra vez. Luego, empiecen a hacer una pausa después de decir la palabra “tres”, antes de darle nuevamente la pelota. Esperen de 3 a 5 segundos para ver si su hijo vocaliza o digan “¡YA!” para indicar su deseo de devolver la pelota. Cuando hagan una pausa, él puede utilizar la oportunidad para gesticular, vocalizar o verbalizar.

Una vez que su niño esté diciendo las mismas palabras, pueden ofrecerle opciones sacando dos objetos y haciendo una pregunta. Primero, sin señalar, pregúntenle: “¿Quieres la bicicleta o el vagón?” y esperen. Si él señala lo que eligió o intenta nombrar un objeto, proporciónenle el lenguaje. “Bicicleta. Quieres pedalear la bicicleta”. El uso de la pausa puede utilizarse frecuentemente mientras aumenta el lenguaje hablado de su pequeño para alentarlo a utilizar más palabras. Pueden empezar una oración y luego hacer una pausa para que él agregue algunas de las palabras. Por ejemplo, pueden decir: “Tengo algunas…” y esperar a que diga: “galletas dulces”.

Pausa para resolver problemas

Las habilidades auditivas, del lenguaje y el habla mejoran con el tiempo. No es conveniente que frustren a su niño pero es necesario que le proporcionen oportunidades para demostrar sus habilidades espontáneas del lenguaje y de razonamiento. Pueden decir: “Podríamos preparar un budín para el almuerzo. ¿Qué necesitamos?” Esperen para ver si su hijo menciona algún utensilio o ingrediente. Si él menciona la leche o un tazón, aliéntenlo a que les diga cómo prepararlo. Si no contesta, proporcionen más información. “Voy a tomar la caja de budín. ¿Qué puedes tomar tú?” Respeten el ritmo de su niño y dejen que lidere.

La pausa puede utilizarse para diferentes niveles de audición, lenguaje y habla. Trabajen estrechamente con los prestadores de servicios de su niño para identificar cuándo será útil utilizar este método para obtener más respuestas de él. La pausa debe realizarse con un propósito y pacientemente. Además, hagan una pausa para deleitarse con todo el progreso que está logrando su pequeño.